Conjunto de huellas

jueves, 17 de enero de 2013

Las 5 fases inevitables

Después de todas mis "experiencias" amorosas, he llegado a una pequeña conclusión dónde me he dedicado simplemente a parar las cosas, observar y reflexionar. Opino que toda chica como yo, que sueña con su amor de película, que no quiere otra cosa que amar y ser amada correspondientemente, si ha sufrido un desamor o le han roto el corazón alguna vez, habrá vivido las 5 fases inevitables. O quizás alguna de ellas y aún le quedan las siguientes.

Negación. Ese chico del que tanto estabas pillada, ha resultado ser diferente a la imagen que tú tenías de él y se ha esfumado como el polvo. Ese es el hecho. Tu cabeza en esta fase, lo negará todo y no querrá aceptar nada de lo que te digan las personas de tu alrededor que quieren lo mejor para ti. Pensarás el típico: "Sé que él no es así", "Ha sido una equivocación" o "Estoy segura de que cambiará".

Tristeza. Cada día le echas más de menos, en cada sitio que mires le ves a él y no te imaginas poder seguir sin estar a su lado. Es el momento en el que recuerdas cada vivencia que habéis pasado juntos, cada beso, cada susurro al oído y cada canción. Por las noches mojas tu almohada, y no puedes dormir. Personalmente es la fase más dura, dolorosa y complicada. Quizás la más larga y la que te marque más.

Ira. Sientes que él no está sufriendo como lo estás haciendo tú y eso te corroe. Le odias por cómo hizo las cosas y lo rápido que parece que lo ha olvidado todo. Matarías por poder hacer algo que cambiara la situación y volvieras a la normalidad que tanto querías, sientes que no has hecho todo lo que está en tu mano. Hablando en plata, te encantaría mandarlo a la mierda. A él y sus palabras vacías. Y a sus falsas promesas.

Negociación. El punto en el que empiezas a valorar que es lo correcto, lo que debes hacer y si vale la pena seguir luchando. Piensas que quizás ahora sea doloroso pero en el futuro sea lo mejor, que quizás él te ha hecho un favor marchándose. Sabes ver que tu felicidad no puede depender de una persona y se aleja la nostalgia, el dolor y ves una puerta que se vuelve a abrir.

Aceptación. Por último, aceptas su voluntad y cedes de seguir insistiendo en algo que ya no tiene alas. De todo lo que tus amigos te habían aconsejado, comienzas a hacerlo y él deja de ser tu centro de gravedad. Aprendes a vivir sin su presencia, ya no te afecta oír su nombre o ver sus fotos y lo más importante: eres capaz de seleccionar aquello que debes recordar sin que duela. Has aceptado que no debíais estar juntos y ahora empieza tu nueva yo. 

Lo mejor de todo, es que pensamos que tenemos la mejor arma; eso que nos hace pensar que podemos entrar en la vida de un chico y "cambiarlo". Pero es la menos útil, ¿por qué? Porque no importa lo que otras chicas nos griten desde una revista, o los consejos que nos demos entre nosotras o lo que se escriba en los blogs de aquí a Tombuctú: hay cosas básicas de los chicos que NUNCA van a cambiar.
Esto es todo queridos lectores. Llámalo manual. Llámalo aprendizaje. O sencillamente,"experiencias de la vida" (como diría mi madre). Ninguna de las fases es fácil, lo sé créeme, pero no imposibles de superar. Eso es lo que debes hacer. Es parte de la madurez de una persona, es parte de crecer y formarte una base. Es algo que define cómo somos y seremos




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