Vagando por las calles un miércoles peculiar, miles de luces de neón sobre
mi cabeza, se respiraba la llegada de la Navidad. Pensando cosas que piensas
cuando no tienes nada en qué pensar. Es
tan habitual tener mi cabeza ocupada pensando en él que ya me he acostumbrado.
Acostumbrarse. Acostumbrarse a convivir sin una persona, a seguir una rutina
sin ningún hecho casual que la rompa, a aceptar las decisiones tomadas de
alguien. Oh no, para nada estoy de acuerdo a acostumbrarme a algo que no estoy
de acuerdo. Y como he intentado eso y no me ha funcionado, ahora voy a ser un
poco más yo. Voy a darle mi toque a todo esto porque si algo soy es luchadora,
soñadora y detallista. No va a deshacerse de mí tan deprisa, os lo aseguro.
Queridos lectores, si queremos ser diferentes tenemos que proponernos aquello
que no ha intentado nadie. Si queremos marcar la diferencia, tenemos que
marcarnos un límite que no hemos trazado nunca. O simplemente no trazarlo; si
crees que tienes que continuar luchando por algo es porque todavía no es el
límite. Si queremos que una persona apueste por nosotros y no por otro alguien,
dale razones para que lo haga. Si queremos llegar a lo más hondo de alguien, no
te conformes con entrar en su cabeza ya que de ella te podrá sacar; llega a su
corazón. Ahí ya no saldrás nunca. No se trata de pensar si valdrá la pena todo
lo que hagas o si saldrá bien. Se trata de demostrar de lo que eres capaz, se
trata del camino que te lleva hacia conseguir lo que quieres, se trata de ganar
experiencias. Me sobran motivos para haber tomado esa decisión. Quienquiera que sea que me esté leyendo, quizás pienses
que soy demasiado joven para dar un consejo y no sé nada de la vida. Quién sabe. Pero si tan sólo tuviera que
darte uno sería: no malgastes tu tiempo acostumbrándote a algo que no quieres, las
cosas que cambian lo hacen por personas que un día deciden tomar su iniciativa
y actuar. ¿Y por qué no puedes ser esa persona? Ya habrá suficiente tiempo para
perder cuando muramos. Hasta entonces, lucha.
"Conseguir encontrar lo que te hace seguir y no abandonar" |
Me ha gustado el nombre de tu blog, por el juego de letras, aunque yo si fuera tú apostaría por que me siguieran llamando con elle y todo. Un abrazo
ResponderEliminarMenuda lección que nos has dado a todos en esta entrada. Porque creo que cuando digo que yo también tiendo acostumbrarme a todo, incluso a lo que no me hace feliz, a la rutina y a aquello que realmente no deseo, no soy la única. Pero es que luchar implica arriesgarse. Implica tener la voluntad de querer avanzar. Y eso, a veces, es lo que más nos falla. ¿Pero cómo sino cambiaríamos algo en nuestras vidas?, ¿cómo sino lograríamos encontrar la felicidad? Cambiar es necesario, y luchar por lo queremos, más aún. Lo dicho, me ha encantado tu texto, desde la primera palabra a la última. Por otra parte, te quería agradecer tu comentario, puesto que me gustó muchísimo. ¿Sabes? Personas como tú son las que me animan a seguir escribiendo, a no renunciar y a no tirar mis 'reflexiones' o pequeñas historias como la de Nina a la basura. Y es que, ¿quién es un escritor sin sus lectores? Todo autor necesita la opinión de otra persona para valorar su obra, y yo te agradezco infinitamente la tuya.
ResponderEliminarUn besazo enorme! <3