Siempre llegan esos segundos de la noche mientras estás estirada en la cama
mirando el techo y escuchando música cuándo recapacitas las cosas y te viene la
idea que tanto tiempo llevabas esperando. La idea que puede hacer que todo
acabe muy bien o acabe muy mal. Que recuperes aquello que ha
desaparecido o lo pierdas por completo. Y la verdad es que yo he elegido jugármela
a todas. Si sale bien, realmente me habré auto convencido de que nada es imposible
y si sale mal, al menos no podré arrepentirme por no haberlo intentado.
Eso dicen todos al principio. Todo el mundo dice que olvides a esa persona
porque no te ha sabido valorar y si se ha ido él se lo pierde, pero después
somos los primeros que buscamos un rincón donde llorar en silencio porque también
echamos de menos a alguien. Todo el mundo dice que las cosas importantes las
dice a la cara pero en el momento que tiene que demostrarse, salimos corriendo
con el miedo de afrontar y transmitir nuestros propios sentimientos. Cuando estamos enamoradas
hasta el punto de que él sea nuestro
centro de gravedad y nos prometen que nunca nos abandonarán no son más que
palabras que llenan huecos del tiempo vacíos. Cuando nos juran que su amor es
eterno y somos lo mejor que les ha pasado en la vida, no son más que promesas
que nunca se cumplirán. ¿Por qué? Porque eso dicen todos al principio. Todas
las personas que se prometen a ellas mismas que nunca más dejarán en manos de
nadie su corazón, acabarán dándose por vencidas cuando caminen por la calle y
huelan ese perfume que les enloquece; cuando miren a los ojos de alguien y les
tiemblen las piernas; cuando la voz de esa persona suene en su cabeza por las
noches. Todo el mundo dice que es capaz de pasar página y seguir adelante pero
siempre hemos llorado por aquél que no debía. ¿Cuántas veces hubieron podido ser y no fueron? ¿Cuántas veces hemos hablado
pero nos hemos quedado sin decir lo que queríamos decir? ¿Cuántas veces hemos
querido dar la vuelta y abrazar a la persona de la que nos hemos despedido?
Todas las personas nos enamoramos alguna vez, todas las personas
encontramos ese alguien que nos hace ser distinto. A pesar de que me hayan
dicho que con el tiempo le olvidaré, yo no he escogido ese camino fácil. Perdona
pero a mí no me va eso de darse por vencido cuando ni siquiera se ha
intentado. Y dicen que si el destino
quiere que estéis juntos lo estaréis pero, ¡al carajo! Eso dicen todos al
principio.
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